3 de Febrero , 2012
2012 año en el que, según los supersticiosos, la profecía maya anuncia el fin del mundo. Año en el que para colmo de males el doctorcito Carstens,metido a oficios de chamán catastrofista, bajó de la pirámide del Huilchilobos para decirnos que a la economía mexicana le va a caer el chahuistle y las plagas de Egipto nos acechan gachamente, aunque hay quien asevera que no ha sido buen adivinador el adivino; porque en el pasado ya no le dio a una, esperan que no le dé a dos, no le dé a tres y que acabado su tiempo otro venga a pegarle a la luenga piñata del Banxico. Porque murmuran los maledicentes y los malpensados, que nunca faltan, que tan fatídicos pronósticos no son gratuitos y la exageración pretende hacer de su patrón el salvador de la patria, el que rompió augures y venció fatídicos horóscopos, en electorales eras, mientras el preciso se interna en la soledad de su laberinto del sexto año y alrededor se muere la gente y crecen las viñas de la ira.
Que se va a acabar el mundo, dicen, y a los mexicanos nos vale madres porque a nosotros desde hace mucho se nos termina cada seis años y es que con este malhadado sistema métrico sexenal -que dijera alguien-, cada seis años vamos de laesperanza a la desilusión, de la alegría a la indignación, a la rabia contenida, a la impotencia que a menudo cruza por las crisis financieras o los quebrantos patrimoniales del paisanaje y de la indiada -que somos los más- en este país que cada día se llena de ninis y jodidos.
Año de campañas electorales, de promesas que -sabemos- no habrán de cumplirse porque apenas sentado en la silla del águila no hay cerro que se me empine ni cuaco que se me atore. Y mientras al atorrante árbitro electoral se le hace bolas el barniz, la mayoría de los ínclitos precandidatos, seudo candidatos, presuntos, similares y conexos no atinana dar pie con bola, porque incapaces de estructurar un programa de gobierno se debaten en la justa medianía que dijera Juárez, pero no en la económica… en la intelectual, pues la discusión y los ataques se quedan al nivel del precio de la tortilla o los nombres de los libros que nadie leyó en este país de analfabetos funcionales, empezando por los que critican al aire y en realidad no saben, verdá de Dios.
Se acaba el mundo, pero antes -cuentan por ahí-,llegarán los tiempos de los tribunales internacionales y en denantes (como dijera el maese Oscar Chávez) habrá elecciones en esta tierra del maíz, para chupar entre pocos lo que quedó del país… Carajo.
http://www.noticiasencontraste.com/alejandro-ordonez2012-el-ano-de-todos-tan-temidotaches-y-tachones/
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